Deus Ex Machina

Deus Ex Machina

Teatro El Galeón, Centro Cultural del Bosque.

Ciudad de México (2018)

Teatro Ojo: Héctor Bourges, Karla Rodríguez, Laura Furlan, Patricio Villarreal, Fernanda Villegas, Alonso Arrieta y Alejandra Aguilar.

Participación de: Karen Anzures, Eréndira Córdoba, Manuel Delgado Plazola, Alicia Jiménez, Moisés I. Kühn, María López, Patricia Martínez Pedreguera, Michelle Menéndez, Paolina Orta, Engelbert Ortega, Yahir Rodríguez, Saidde, Ismael Sangal, Talia Yael, Patrick Trigoso, Elena Vilchis, Pablo Iván Viveros y Federico Zapata.

Diseño sonoro: Enrique Mendoza.  Iluminación: Jesús Giles.

Asesores: Inés Ramos, Rodrigo Parrini, Jesús Pérez Caballero y Emanuel Bourges.

Deus ex machina. Creación colectiva de Teatro Ojo” (INBAL-CITRU, 2019)

Fotografías: Alonso Arrieta

Nuestro Deus Ex Machina es la actualización de un aparato escénico arcaico en medio de una nación atravesada por la devastación. Dejó de ser la deidad grandilocuente que intercede y desvía el sentido de la Historia. Es apenas el registro de una gran cantidad de voces contemporáneas que en su timbre y temblor permiten escuchar los vuelcos que las afectan, así como la profunda complejidad de mundos colectivos e íntimos que sobreviven -o se extinguen- en el desastre.

En el interior de un teatro se monta la estructura de un call center donde una decena de operadores/actores realizarán llamadas reales a lo largo y ancho del país de forma continua durante toda la función. Por medio de una base de datos con números celulares o residenciales en servicio, los operadores insistirán en contactar a los usuarios de dichas líneas telefónicas para producir conversaciones a través de preguntas de diversa índole, donde pueda repasarse tanto el tiempo de la vida de quien conteste, como el de la nación que habita. Un monitor hace audible en una zona del teatro alguna de las llamadas en tiempo real entre usuario y operador.

Dividido en distintas estaciones, el teatro se convertirá en un espacio de tránsito para el espectador, donde podrá encontrarse con pasillos sonoros que hacen circular voces de lugares ajenos, el trabajo de los operadores que hacen llamadas sin parar, estaciones con audífonos que contienen las llamadas realizadas anteriormente en el teatro, deidades locales que merodean el recinto como espectros contemporáneos, y sobretodo, el punto donde se escucha en vivo una de las llamadas que sucede en tiempo real.

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